
Martín de Gyldenfeldt, gerente de la Cámara Argentina de la Industria de Chacinados y Afines (Caicha), describió un panorama de los inconvenientes que está teniendo el sector productivo a nivel local, a causa de la política económica implementada en los últimos tiempos.
“Al sector le está yendo muy mal. Esta industria necesita sí o sí importar insumos para producir. Las sucesivas restricciones del BCRA obligan al pago de estas operaciones a 180 días, lo cual funciona como un cepo o una prohibición directa a la actividad“, criticó el ejecutivo.
El pedido de los empresarios
“El rubro de los chacinados está integrado por una mayoría de PYMES, el cual cuenta con importadores que abastecen directamente a las fábricas”, reflejó el referente sectorial.
Y resaltó: “Esta situación viene afectando desde el 1 de julio tanto a grandes empresas como a medianas y chicas”.
“Los productos llevan una infinidad de ingredientes, aditivos y bolsas para cocinar. Sin pepsina -la enzima que se utiliza para la faena de porcinos- directamente no se puede producir. Es muy grave la situación”, comentó De Gyldenfeldt en el programa.
“Si no obtenemos acceso al mercado libre en forma inmediata, no se puede continuar. Esperamos tener buenas noticias de parte del nuevo secretario de Comercio Interior, Matías Tomobolini, al respecto”, expresó el ejecutivo, con cierto dejo de optimismo.
“Estamos reduciendo la producción para no tener que pararla definitivamente, en espera de esta reunión con el Gobierno”, alertó.
Lo que viene
“Tuvimos mercadería retenida en los puertos durante más de un mes, que pudimos liberar gracias a las mesas técnicas de la Copal (Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios)”, ilustró De Gyldenfeldt.
“Si no hay buenas noticias, las industrias van a tener que parar la producción porque no hay más insumos”, enfatizó el gerente de Caicha.
Al ser consultado, el ejecutivo indicó que “el sector produjo en 2021 unas 515.000 toneladas por un valor de 2.500 millones de dólares. Tiene 21 mil trabajadores de forma directa, más unos 50 mil en forma indirecta”.
“Esta es una industria estratégica porque la ventaja competitiva de la soja y el maíz se transforma luego en carne de cerno, y se le agrega valor a través de los chacinados”, puntualizó el experto.
“Solucionar todos estos problemas es clave para el futuro de nuestro país”, concluyó el dirigente empresarial.