
Desde la Cámara Argentina de la Industria de Chacinados y Afines sostienen que las subas responden al cepo a las importaciones. Además, remarcaron la falta de productos clave para la industria.
La economía argentina se encuentra en crisis y los precios continúan en escalada. Desde la Cámara Argentina de la Industria de Chacinados y Afines (Caicha) advirtieron que se esperan importantes aumentos esta semana en la carne porcina a raíz del cepo a las exportaciones .Según sus estimaciones, los incrementos serán de entre el 10% y 20%.
Martín de Gyldenfeldt, gerente de Caicha, se refirió a la “gravedad” de la situación que atraviesa el sector: “Hay contenedores frenados en Zárate hace más de un mes, que en su momento llegaron con las autorizaciones requeridas, pero como aplicaron la norma en forma retroactiva no dejan girar los dólares para pagar la mercadería. Están generando multa ahí en el puerto y se van a pudrir”.
También apuntó a la necesidad de abastecerse de insumos necesarios e indispensables para seguir llevando adelante la industria y no se fabrican en el país. “Estamos hablando de todas las tripas para embutir y envases para nuestros productos que vienen de afuera. Se están agotando el stock y empiezan a cerrarse líneas de producción”, precisó.
La situación de la carne porcina
Desde Caicha explicaron que más del 50% de las importaciones de carne de cerdo es bajo la forma de jamón y paleta sin hueso, que se utilizan como materia prima en la elaboración de fiambres. Detallaron que de no contarse con estos productos, la oferta de fiambres al mercado se vería comprometida con reducción de la actividad fabril, el aumento de los costos de producción y el impacto en el precio del producto en el mercado interno.
“De no disponer de esta materia prima, la producción local debería aportar al mercado 134.000 cerdos mensuales adicionales a lo actualmente ofrecido. Esa cantidad que no está disponible. Pero además resulta irracional faenar solo para proveer de jamón y paleta, que desembocaría en excedentes de otros cortes que no se podrían absorber ni en el mercado interno ni con la exportación”, argumentó Gyldenfeldt.
En este contexto, desde la cámara hicieron una diferenciación entre los productos que se necesitan importar para que funcione la industria y la de otros cortes porcinos que les generan competencia directa a los productores locales.
“Hay algunos cortes importados que se ofrecen a la venta a precios inferiores a los costos que tiene la industria porcina local, como es el caso de la bondiola o el carré, y que la industria local puede satisfacer de manera continua. Con lo cual se puede sustituir la importación, lograr la completa integración de la res, aumentar de eficiencia productiva, reducir los costos y mejorar los precios al consumidor”, indicó.
Voces dispares: qué dicen los especialistas de la situación de la carne porcina
El ingeniero zootecnista y consultor del sector porcino Juan Luis Uccelli manifestó una postura diferente a la de Caicha. Indicó a A24.com que en el primer semestre el cerdo en pie subió apenas un 11%, la carne porcina un 22% y los chacinados entre un 25 y un 30%. Y que en el último caso se analizan subas de entre el 15% y 20% “por si las dudas”.
Uccelli reconoció que hubo “aumento en el precio de los productos porcinos, pero bastante inferior a lo que aseguran desde la cámara”. También remarcó que “la participación del cerdo en los fiambres es de un 27%”.
“Lo que dicen que la importación se va a complicar no es tan así. No faltan cabezas, sino que sobran 257 mil cerdos que se venden en negro. Lo que faltan son animales de los blancos, los que se venden por AFIP”, argumentó a este medio e insistió en que no es un problema la falta de carne porcina.