
Se trata de algo más que un espacio innovador. Y de algo superior a la firma de un convenio entre Franco Bartolacci, rector de la Universidad Nacional de Rosario y el presidente del INTI, Rubén Geneyro. Es el inicio de la creación de un laboratorio de ensayos y desarrollo tecnológico de maquinaria agrícola.
El nuevo recinto estará ubicado en el edificio anexo del Instituto de Mecánica Aplicada y Estructuras (IMAE) de la Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura de la Universidad Nacional de Rosario (UNR).
La estructura edilicia ya está montada y su puesta en funcionamiento permitirá reunir las capacidades de ambas instituciones en un único espacio, aportando el equipamiento existente en ellas y compartiendo tanto los conocimientos como el know-how.
Como primera acción, se realizará una definición de los servicios a brindar por el laboratorio, en base a las necesidades actuales de la industria y las conclusiones de un análisis de prospectiva tecnológica.
“Es muy importante este acuerdo, sobre todo pensando en un sector tan trascendente en nuestros tiempos como es el de maquinaria agrícola. Es una verdadera alegría que, entre varios actores públicos, podamos brindar aportes para la reconstrucción productiva, el crecimiento, las exportaciones y la generación de empleo”, destacó Geneyro.
“El convenio es muy importante porque aporta a la construcción de una sinergia activa entre las universidades y el sistema científico-tecnológico de nuestro país”, agregó Bartolacci.
“Creo que va a tener un impacto en el sector productivo transformador, ya que será el primer laboratorio en América Latina destinado íntegramente al ensayo de componentes en el sector de la maquinaria agrícola, con lo estratégico que es esta dimensión para el país y, particularmente, para Rosario”, sostuvo.
Argentina no tiene reglamentadas muchas de estas exigencias, porque no existen en el país laboratorios específicos que permitan realizar las evaluaciones y ensayos de los equipos producidos por la industria local.
A través de este espacio se podrán centralizar la mayoría de los ensayos establecidos en la norma IRAM 8.076; contar con un sistema de calidad trazable a laboratorio de ensayos internacionales, de manera que tengan validez internacional; un laboratorio para fabricación y evaluación de prototipos de maquinaria agrícola y vial y establecer líneas de investigación asociadas a la necesidad regional, mediante la articulación con instituciones regionales.
“Este es un paso más para seguir sumando otras capacidades con distintos sectores públicos y privados vinculados al entramado productivo”, concluyó Geneyro.
El sector de maquinaria agrícola ha tenido un significativo crecimiento en el último período y —según datos del INDEC— durante el tercer trimestre de 2020 superó los $ 26.000 millones de facturación, lo que representa un aumento mayor al 78 % en relación al mismo trimestre de 2019. (Prensa INTI).