
El Gobierno porteño anunció que todos los visitantes, sea cual sea su origen, deberán hacerse un test de saliva dentro de las 24 horas de su arribo a la Ciudad. Chile, Brasil, Bolivia, Paraguay y Uruguay son los países autorizados para visitar el distrito.
La Ciudad de Buenos Aires anunció la reapertura del turismo nacional e internacional, que incluye el testeo obligatorio de todos los visitantes, sea cual sea su origen, dentro de las 24 horas de su arribo al distrito. Los países autorizados hasta el momento son Chile, Brasil, Bolivia, Paraguay y Uruguay.
Las pruebas para detectar o descartar coronavirus se realizarán mediante tests de saliva cuyo resultado demorará aproximadamente 12 horas y solamente se indicará aislamiento en caso concluirse positivos. El valor de los mismos será de $2.500 para el turista internacional; en el caso de los argentinos el costo quedará a cargo de la cobertura médica que tengan.
Desde el Gobierno porteño justificaron la elección de este tipo de testeo al asegurar que se realiza de manera muy sencilla y que no es invasivo como el hisopado.
Los puntos de testeo, en tanto, varían según el medio de transporte en el que lleguen los turistas. Desde el 8 de diciembre, se dispondrán los operativos en la terminal Dellepiane para los visitantes que arriben en micro, así como los puntos de testeo en el Centro de Convenciones y Edificio de la Munich (Costanera Sur), para que quienes lleguen a la Ciudad en auto particular. En lo que respecta a los arribos por vía aérea en Ezeiza, a partir del 15 de diciembre, la Ciudad montará un operativo en el aeropuerto para testear a los turistas nacionales e internacionales y residentes de la Ciudad que regresen al arribo.
“Detrás de cada turista que llega a la Ciudad están los restaurantes, los hoteles, los espectáculos. Es una alegría poder reactivar la actividad de manera segura y con los protocolos correspondientes. La vuelta no significa poner en riesgo todos estos meses de esfuerzo y cuidados. Tenemos un sistema de testeos para que todos puedan sentirse tranquilos”, afirmó el jefe de Gabinete de la Ciudad, Felipe Miguel.
La oferta turística y cultural para la temporada de verano de la Ciudad incluye museos al aire libre, autocines, obras de teatro y propuestas gastronómicas, entre otras actividades. En tanto, los visitantes no podrán utilizar el servicio de transporte público, que seguirá con el mismo esquema de trabajadores esenciales, estudiantes y excepciones.
Respecto a la capacidad hotelera, desde el Gobierno porteño confían en que será suficiente, protocolo mediante, para abastecer la demanda de visitantes extranjeros y locales.